martes, 22 de julio de 2008

Lluvias que me invaden la calma...

Milagro. Estoy meditando. Es increíble lo absorbente que puede llegar a ser el observar la lluvia revoloteando una y otra vez ante las posas de agua. Descanso un rato, me siento para observar como la lluvia vaga desde los costados de mi ventana y tanto acto repetitivo me cansa y me conlleva inevitablemente a pensar un momento: me pierdo, me vuelo y siento que todo da vueltas vertiginosamente. Quizás me sienta culpable de todo lo que no he hecho en esta vida, o mejor dicho durante estos últimos días. Me he limitado a vivir atorado, asfixiado, impidiendo hacer aquello que deseo hacer. Suena vergonzoso, pero de repente uno considera que el orgullo es primordial en la vida. Y de cierta forma lo es, lo que pasa es que nadie quiere fracasar en el intento, ¿y que es lo más fácil? Darse por vencido y no hacer nada. Quedarse pensando en el tal vez, en el si lo hubiera hecho. Son cosas que pasan, y que a mi me pasa comúnmente. No voy a reclamar porque quizás estoy tan convencido de que al momento de decirte todo lo que siento voy a fracasar. Pensamientos de mierda que invaden mi ser y lo están pudriendo.

Quizás sea mejor actuar de una vez y por todas, pero ello puede hacerme caer en la tentación asesina de perderlo todo. Es que cuando actuó soy tan estúpido, no tengo la capacidad de controlar mis malditos impulsos que se ríen en mi cara e incluso hacen morisquetas. Llegará el día en que me vengue de ellos, de eso estoy seguro. Entonces, ¿actúo o no actúo? Y siento que me estoy arrepintiendo de todo aquello que no hago en esta vida, o que quizás debería estar haciendo en este momento. Tengo la mente centrada en cualquier cosa, menos en lo que corresponde. Mal hecho, muy mal hecho. Como no me doy cuenta que todo esto no me conlleva a la nada misma. Pero no quiero dar el paso inicial, no tengo los ánimos suficientes para hacerlo. Y no quiero verme mal a futuro, no quiero sufrir, pero se que si no hago nada ahora, el futuro es claro y preciso (lo peor de lo peor). Increíbles todas las paradojas de mierda que invaden mi ser. “Lo quiero todo, pero no quiero hacer nada”. Y me enredo en mis pensamientos. Fin. Pongámosle solución a esto de raíz: mañana empezaré mi plan para ejercer cambios. Una revolución llamémosle. Quiero leer esto a futuro, analizar la lluvia, y dar las gracias de este escrito. Darme cuenta que este cambio de mentalidad hizo que logrará lo que tanto anhelaba.

Que irónico. Justo ahora dejo de llover. La lluvia hizo que tomara la determinación de pensar y tomar una decisión ante todo lo que me tiene marcando ocupado. Lluvia de mierda, quizás por eso te odio. Porque no soy capaz de tomar las decisiones propicias cuando correspondes, porque me sumerjo y dejo que las cosas vaguen sin sentido alguno. Fuiste el catalizador para que meditara un momento.

Que no siga lloviendo más por favor. Comenzaré los cambios, lo prometo.

Lluvia corta tu webeo o te corto un coco. Es así de simple! =)